LA POESÍA TRISTE DE FRIEDERIKE MAYRÖCKER
Mayröcker es reconocida como una de las poetas austriacas contemporáneas más importantes. También tuvo éxito con obras para la radio. Cuatro de ellas las escribió junto a Ernst Jandl, con quien vivió desde 1954 hasta la muerte de él en 2000.
CÓMO TE NOMBRO [Poema - Texto completo.] Cómo te nombro cuando pienso en ti y tú no estás: mi fresa silvestre mi lagartija confitada mi cucurucho consuelo mi hilador de seda cuco de mis cuidados mi Aurelia mi flor de grava mi criatura en sueño mi mano matutina mi muyolvidadizo crucero de mi ventana mi ocultador lunar mi cayado argénteo mi crepúsculo vespertino mi hebra solar mi liebre hocicuda mi cabeza cervuna mi pata de liebre mi rana de escalera mi guirnalda de luces mi ladrón de primavera mi jamelgo temblón mi caracol de plata mi tintero mi zorro escobillero mi talador mi fugitivo tempestuoso mi guardaosos mi muestradientes mi oreja de caballo mi árbol en el Prater mi cuerno espiralado mi portamonos mi fin de invierno mi alcaucil mi medianoche mi contador regresivo (¡Da capo!) TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
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JEROGÍFICOS DEL AMOR [Poema - Texto completo.] Jerogíficos del amor desaparecida Natalia picapedrero en la obra primigenia gran-metodista el tiempo una manada asalta con voces ondeantes volviendo al rostro de él a su brazo de algodón suave imberbe silla de brazos en posesión del negro y leve: «En el terruño es hermoso…»
RETORNO A TI MI NIÑO MUERTO [Poema - Texto completo.] Tengo un niño yace enterrado con dos ojos-ojos azules dos ojos del color del pomito de olor y las aves trizadoras de Etiopía acuden en bandadas en torno a sus dos ojos azules para arrancarlos con sus picos y los pequeños cisnes de Seckau que querían venir al bautismo se han vuelto volando mi bello niño muerto yace sobre mí y encima de mí ha respirado yo oía sus largos alientos dormidos parecía el murmullo de las hojas en los árboles estivales cuando bajo la techumbre de esos árboles él y yo nos acuclillábamos y las hojas verde esmeralda murmuraban y él me miraba desde sus ojos azules y los árboles seguían murmurando luego y murmuraban: pronto estará muerto. pusimos luego en la iglesia su ataúd tenía tan sólo una pequeña ventanita por la que él miraba hacia afuera es mi niño y se llamaba como el cielo azul y el arrebol y el viento matinal en primavera y las hojas en la copa murmurante y el narciso y el más bello de los días y aunque le había cerrado los ojos los párpados volvían y volvían a elevarse tenía ojos azules y una redonda naricita y una boca entreabierta con dos hermosos dientes era un varoncito era un regalo como jamás lo había antes recibido lo amo por sobre todo está muerto ya no volverá jamás a mi brazo izquierdo a mi brazo derecho a mis dos brazos a mis pechos yaciendo sobre mí yo inclinada sobre él las aves todas los arroyos todos las piedras todas las nubes todas y el humo vienen a la ventanita y contemplan a mi niño muerto yo le tejo una guirnalda de diente de león silvestre le entrelazo un suave cestillo para el rostro plantaré sus ojos azules en la tierra como un par de flores de azafrán derramaré sus cabellos rubios esparciré su boca su nariz su piel sus rodillas y muslitos sus uñas sus lugares rubicundos en los pliegues del codo jugaba con pequeños caballitos y borriquillos de crin rizada con espiralados caracoles a la vera del camino y soplaba en sus cuernos y se posaba gozoso las antenas de las mariposas y compartía con las lilas las nubes de lluvia y a las bellísimas nubes saturadas de la siesta a los balcones los conocía por su nombre y como Miró escribía en ellos: »s 5«, »s 5«, »s 5«, y sin cesar salteaba muchas cosas y arriesgaba los saltos más osados de hocico a hocico de oveja hasta que la lana se desgreñaba más y más le gustaba encrespar el agua con la mano y yo arreglaba cosiendo su peinado él sacaba hacia adelante la bandera negra y a su horquilla le ponía un asta la mandaba a buscar el cordero pascual de mansa errancia e iba por la punteada curvatura de un arbusto maduro de viburno se iba a menudo con mi sombrilla azul yo gritaba detrás de él y lloraba por su dulzura (él está muerto él es mi todo)
Mayröcker describe su forma de trabajo de esta manera: “Vivo en imágenes. Veo todo en imágenes, todo mi pasado, los recuerdos son imágenes. Transformo imágenes en palabras ascendiendo por la imagen. Camino dentro de ella hasta que se transforma en lenguaje.»
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